PIEL NORMAL
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Buena circulación sanguínea.
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Luminosidad (brillo moderado).
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Poros pequeños casi imperceptibles.
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Textura aterciopelada, suave al tacto.
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Color uniforme rosado.
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Sin impurezas.
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PIEL SECA
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Tiene un aspecto frágil y áspero.
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Es fina, mate y pálida.
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Poros cerrados.
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Agrietada y condescamaciones.
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Tendencia a irritaciones, rojeces y picores.
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Sensación de tirantez.
PIEL GRASA
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Piel de aspecto grueso
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Textura irregular
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Proros dilatados
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Impurezas tales como comedones abiertos y cerrados y en algunos casos acné
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Exceso de brillos en la totalidad del rostro
PIEL SENSIBLE
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Estrato córneo delgado.
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Barrera cutánea alterada.
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Sensación de malestar o ardor.
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Tirantez
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Tendencia a rojeces e irritación
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Deshidratación
PIEL MIXTA
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Es una combinación de piel hiperseborreica en la zona T y normal-seca, en algunos casos con irritaciones, en las mejillas.